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lunes, 23 de septiembre de 2013

EL QUE PODRÍA SER EL PEZ MÁS FEO DEL MUNDO


EL MONKFISH

El Monkfish es un pez del género Lophius conocido popularmente como Rape. Integra la clase de los Actinopterygii, y se ordenan de acuerdo con los Lophiiformes. En general, este animal navega en las profundas aguas norteamericanas del océano Atlántico, aunque también hay comunidades en Sudáfrica.

Se trata de un individuo que mide hasta 2 metros de largo. Como entre las distintas subespecies pueden distinguirse varios colores, si bien el oscuro –gris o negro, es el predominante, sólo su enorme boca profusamente dentada es lo que lo puede hacer reconocible con mayor facilidad.

En todas sus variantes, son sus dientes afilados y la abertura de sus fauces lo que caracteriza a la familiaa. Para quienes se preguntan cómo consigue alimentarse, o cómo hace para no asustar a los demás peces con semejante aspecto predador, la respuesta está en su antena.

La antena o farol es la segunda gran particularidad del Monkfish. Desde la frente, una extremidad, como un delgado brazo o cuerno, se erige con una finalidad bien definida. En la punta de este instrumento orgánico, el Rape cuenta con un receptáculo repleto de bacterias luminosas.

Esta linterna incorporada capta la atención de las bestias submarinas, acostumbradas a nadar en la más rotunda y aburrida oscuridad. De este modo, al acercarse hacia la luz, los peces curiosos se convierten en presas fáciles. En un abrir y cerrar de ojos, el Rape los engulle, sin darles tiempo a recapacitar.

Además de las diferencias entre individuos de la misma especie, pueden hallarse divergencias morfológicas entre los sexos. Los machos son hasta ocho veces más corpulentos que las hembras.

El sistema de apareamiento y reproducción comienza con la seducción de la hembra, que desprende cierto olor típico del celo, al cual el macho responde acoplándose a ella. Durante el tiempo que permanecen en ese estado procreativo, la hembra alimenta al macho y recibe de éste las sustancias fertilizadoras. Lo curioso es que acabado el proceso de copulación, el macho continúa enganchado.

El sistema de pesca mediante redes, hace que toda la sutileza de la linterna, la bolsa lumínica, y el largo proceso de apareamiento, queden burdamente reducidos a la industria gastronómica humana. Esta última valora la carne de Rape por su sabor similar al de los mariscos.

Las especies que eligen los paladares humanos son la del Rape Negro, siguiéndole en preferencias el Blanco. El Rape Africano es como un plan B en la cocina occidental, ya que al parecer su sabor no es tan sofisticado. Esto, por supuesto, redunda en beneficios para el animal.


                        





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