EL CLAMINDOSAURIO

UN PEQUEÑO DESCENDIENTE DE LOS DINOSAURIOS

El clamidosaurio es un reptil de la misma familia que la de las iguanas, habita en las zonas comprendidas entre el sur de Nueva Guinea y el norte de Australia. Este reptil puede llegar a medir unos ochenta centímetros de largo y sus colores pueden variar entre un color rojo vivo hasta un gris o, incluso, una tonalidad un poco más oscura.

A diferencia de otros reptiles, éste se caracteriza por tener una sección de piel alojada detrás de su cabeza, este collar de piel tiene espinas de cartílago y se usa para dos objetivos, la primera, al ser un animal muy agresivo y  cuando siente la amenaza de otra especie o de su misma especie, realiza una mimetización en el entorno y posterior a esto define su posición agresiva que corresponde a ponerse en dos patas, desplegar su collar de piel y emitir un silbido intimidante, sin embargo, si esto no logra asustar o amenazar al contrario, su reacción será una inmediata huida.

El otro uso para su collar de piel es una comunicación de cortejo para las hembras en temporada de reproducción, pero esta vez el sonido emitido es atractivo, y así lograrlas atraer. Dicha época de reproducción es comprendida entre los meses de septiembre y octubre, durante la cual las hembras encubarán un total de ocho a veinte huevos y estos nacerán dos o tres meses después (diciembre o enero).

Este animal es carnívoro y captura sus presas acechando en los árboles la mayor parte del  tiempo y al tener un sentido de la vista muy desarrollado es capaz de tener una reacción muy rápida al momento de estar en caza.

Su promedio de vida es de 6 años a través de los cuales, en la época seca del año, entra en un estado inactivo o de hibernación en el cual disminuye su temperatura a tal punto de no tener necesidad de comer, por otra parte en la temporada de lluvia su actividad aumenta más de lo normal por su variado menú de insectos e invertebrados.

En su entorno posee una gran habilidad de adaptación aprovechando cualquier cambio presente en éste, se ha demostrado que en los incendios presentes en zonas boscosas es capaz de aumentar el tamaño de su estómago para digerir más presas que obtiene con facilidad. Muchos de estos reptiles mueren al querer quedarse en la zona afectada, pero los que logran sobrevivir de alguna u otra forma alargan su estadía por la facilidad que implica la adquisición de alimento en el ecosistema  afectado.

Un clamidosaurio abriendo al completo su cresta.